Si bien las películas de terror ya están llenas de diversos temas de casas embrujadas, “Presencia” se ha destacado con éxito por su estilo narrativo único. Dirigida por Steven Soderbergh y escrita por David Koepp, la película abandona la ruta tradicional del miedo y en su lugar adopta la narrativa en perspectiva de primera persona de un fantasma, llevando al público a sumergirse en una atmósfera extraña y de suspenso.
Subvirtiendo las técnicas narrativas tradicionales
A diferencia de la mayoría de las películas de terror que se centran en el impacto visual, “Presencia” opta por utilizar los ojos de un fantasma como lente, lo que permite al público entrar directamente en su mundo. Esta técnica narrativa no sólo mejora la inmersión en la historia, sino que también hace que toda la película sea más de suspenso psicológico en lugar de depender simplemente de sobresaltos.
La trama se centra en una familia que acaba de mudarse a una casa embrujada. A medida que avanza la historia, el fantasma es testigo de los conflictos, secretos y crisis ocultas entre los miembros de la familia como espectador. Sin embargo, la película no le da al fantasma un monólogo interior, sino que permite al público reconstruir sus emociones y motivaciones a través de la observación del entorno, el cambio de su mirada y los fenómenos sobrenaturales que provoca.
La máxima creación de una atmósfera de suspenso
Esta película es extremadamente sobria en su narrativa, sin explicaciones extensas, pero permite que los personajes se comuniquen con naturalidad, lo que permite que el público comprenda por sí solo la relación y el pasado entre los miembros de la familia. La película tampoco ofrece un trasfondo de terror claro, sino que presenta pistas sutiles para acumular gradualmente suspenso, sentando las bases para desarrollos posteriores de la trama.
La parte más desafiante es que un punto de inflexión clave en la película solo está indicado por una simple línea de diálogo. Si el público no presta atención a esta línea, puede malinterpretar el final. Pero cuando se revela la verdad, el público puede volver a ver la película entera y descubrir que la trama original tiene una clara conexión lógica debajo de cada capa.
Un intento de romper con el marco de las películas de terror tradicionales
“Presencia” no es una película de terror que simplemente busque la estimulación visual, sino que utiliza el suspenso psicológico y la narrativa no lineal para crear una experiencia visual única. A través de técnicas narrativas extremadamente sobrias, guía constantemente al público a explorar en profundidad el mundo interior de los personajes, permitiéndonos reexaminar las emociones y elecciones de los vivos desde la perspectiva de los fantasmas.
Aunque la película no es tan aterradora como las tradicionales películas de casas encantadas como “The Amityville Horror” o “The Silent War“, presenta con éxito otra sensación de rareza: un miedo invisible que proviene de lo desconocido, el arrepentimiento y las contradicciones del tiempo. No es simplemente un fenómeno sobrenatural, sino una exploración del destino y la redención.
Conclusión: Una “Presencia” con el público
Puede que “Presencia” no sea una película de terror que pueda satisfacer al público, pero sin duda es una película que puede hacer que la gente reflexione y recuerde después de verla. Al rechazar una narrativa clara, permite al público juntar las pistas y así construir su propia interpretación en su mente.
Esta no es sólo una película sobre fantasmas, sino también una obra que permite al público resonar a través de la lente. Hasta cierto punto, su “percepción” no es sólo la capacidad de los personajes de la película, sino también una profunda interacción entre la película misma y el público.
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